Casa Amèrica Catalunya
desde 1911 consolida los vínculos que unen Latinoamérica y Catalunya, entiende la cultura como vínculo y como herramienta para conocer y acercar las realidades de los distintos pueblos de ambos lados del Atlántico. Mediante una oferta que, entre otras, incluye exposiciones, seminarios y jornadas de debate y estudio, espacios literarios y musicales o ciclos de cine, pretende ser una complemento de cooperación cultural americanista con las instituciones y, al mismo tiempo, puente de acción exterior en el codesarrollo de los países de América Latina desde Catalunya.
El proyecto para la sede de Casa Amèrica Catalunya en Barcelona consiste en la reforma y transformación de un espacio de 600 m2 situado en la planta primera de un edificio de oficinas de la calle Córcega de Barcelona, con escasa iluminación natural y sin elementos arquitectónicos destacados, más allá de un forjado reticular de hormigón de gran presencia matérica.
Los principales retos de proyecto consisten en dotar al local de la calidad espacial para el correcto desarrollo de las distintas actividades previstas, así como conferirle la representatividad y singularidad que merece, todo ello con un presupuesto acotado.
Así, más allá de redistribuir el espacio para ubicar los lugares de trabajo interno en las zonas de mayor iluminación y de articular los de acceso al público de la manera más flexible y polivalente posible; nos hemos enfocado en plasmar en el espacio una posible visión o lectura sobre la esencia de ese continente. Algo que lo identifique y nos transporte al imaginario latinoamericano que, en el subconsciente hemos ido construyendo a través del cine, la literatura, el arte, la fotografía, pero también los viajes, los olores y los colores percibidos.
Así, el cielo americano y una naturaleza de vegetación exuberante siempre presente (salvando las evidentes distancias y matices de cada extremo del inmenso continente) condensan ese viaje. El color azul y el verde se expresan de manera protagónica, construyendo una atmosfera colorista de gran intensidad, dónde un elemento toma especial relevancia: El mural cerámico. Diseñado en base a la combinación de dos piezas y dos colores, este mural quiere transmitir la energía creativa latinoamericana y una manera de hacer que sabe poner en valor lo artesanal y la economía de medios.