El proyecto se ubica en una de las últimas parcelas del núcleo de Ordal, en una zona de viejas edificaciones dispersas sin carácter ni urbano, ni rural, pero con unas preciosas vistas hacia un paisaje agrícola de viñedos con un fondo de colinas de bosques de coníferas.
La vivienda se plantea como una gran cubierta facetada que va acompañando la topografía, dando continuidad visual a la edificación principal más cercana, recogiendo todo el programa de la casa y generando un gran porche abierto hacia las vistas.
La materialidad escogida está relacionada con los restos de las edificaciones existentes, se propone como material más presente la piedra, seguidamente de la madera, la elección del zinc en la cubierta está relacionado con la viabilidad constructiva y con la neutralidad de este material en el “paisaje”.
Se proponen varias áreas de vegetación alrededor de la casa para que el nuevo volumen propuesto sé mimetice el máximo con el entorno paisajístico existente, las especies escogidas son locales.