El proyecto se organiza en dos volúmenes. Un volumen rectangular con dos plantas semienterradas, y otro superpuesto a este último por el que se realiza el acceso tanto rodado como peatonal.
El volumen principal semienterrado se vacía mediante tres patios, haciéndolo permeable a la luz y a las vistas. Dos patios en su parte posterior y un gran patio ajardinado en su parte frontal, que ordena la vivienda entorno a él. La organización resultante adopta una forma en U definiendo a un lado la parte diurna y de relación (Salón-comedor-cocina), y al otro la parte más privada de habitaciones. La escalera y el montacargas se sitúan en el tramo intermedio, en conexión con el volumen de entrada. Este eje de comunicación vertical y con el exterior ocupa un lugar preeminente de centralidad en la jerarquía organizativa de la vivienda. Esto junto a las grandes aberturas al paisaje deja a las zonas habitables de la vivienda en un dinámico y en cierta forma inestable espacio intermedio que con el tiempo los habitantes de la casa tendrán que ir definiendo y conquistando. El patio central es ese espacio en el que el aire exterior y de intemperie se domestica para permitir que la vida se desarrolle a su alrededor.
El acceso al módulo de entrada se realiza mediante un puente que pasa por encima del jardín. En este módulo se encuentra el garaje y la entrada a la vivienda. Un montacargas comunica el garaje con las dos plantas inferiores
Debido a la gran pendiente del solar, se ha optado por una solución estructural a base de muros de hormigón armado. Estos muros, definidores del perímetro de la vivienda, se convierten, en algunos puntos, en muros de contención del terreno.